La familia tiene un papel fundamental en la autonomía, el
desarrollo y la promoción de la inclusión y los derechos de su familiar con
discapacidad.

Según el modelo social de la discapacidad, el problema no
está en la persona, sino en los contextos sociales y en la necesidad de
eliminar las barreras (no sólo físicas, sino también de actitud) y capacitar a
la comunidad, para garantizar la plena participación de todas las personas, con
y sin discapacidad. Según este modelo, las personas con discapacidad ya no son
víctimas de una condición individual, sino víctimas colectivas de una sociedad
indiferente o, en el mejor de los casos, mal informada y poco preparada.

Así, como cualquier otro ciudadano, las personas con
discapacidad tienen derecho a que se respeten sus derechos, como el acceso a la
salud y al tratamiento médico, la educación, la formación profesional y la
rehabilitación, el apoyo y el asesoramiento y otros servicios que les permitan
desarrollar todo su potencial y vivir plenamente su vida cotidiana.

Puedes consultar la Convención de las Naciones Unidas sobre
los Derechos de las Personas con Discapacidad, adoptada en 2006, para saber más
sobre los derechos de las personas con discapacidad. Esta convención tiene por
objeto “… promover, proteger y asegurar el goce pleno y en condiciones
de igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales por todas
las personas con discapacidad y promover el respeto de su dignidad
inherente”. (Artículo 1)

– Convención sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad. Véase aquí.