Todos los autistas son diferentes y tienen sus propias
características individuales. Sin embargo, hay aspectos sensoriales específicos
que pueden ser comunes a las personas con espectro autista. Algunos de estos
problemas sensoriales están relacionados con la hipersensibilidad (baja
tolerancia a los estímulos) y la hiposensibilidad (alta tolerancia a los
estímulos). Por ejemplo, hay personas que toleran bastante el tacto y les gusta
que las abracen y las aprieten, mientras que otras lo toleran menos y el tacto
puede resultarles realmente incómodo. Si crees que tienes dificultades para
lidiar con algunos aspectos sensoriales, puedes buscar estrategias que te hagan
sentir más cómodo, o hablar con otras personas sobre ello y pedir algunas
adaptaciones. Aquí tienes algunos ejemplos:

– Si eres muy sensible a ciertos ruidos, puede ser muy
beneficioso utilizar auriculares con cancelación de ruido. Estos auriculares
disminuirán el ruido que existe en el entorno, facilitando la concentración y
disminuyendo la ansiedad asociada al sonido demasiado alto.

– Si eres muy sensible a la luz, puedes adaptar su intensidad
en tu dormitorio o en tu casa, mediante unos (que permiten controlar la
intensidad de las lámparas) o a través de cortinas gruesas y oscuras en las
ventanas. También puedes pedir a tus profesores y compañeros/amigos que hagan
algunos ajustes en el aula.

– También puedes hacer algunas sugerencias de comunicación,
como por ejemplo

o Pedirles que muestren signos claros para indicar algo, como
imágenes, descripciones o fotografías.

o Utilizar símbolos, pictogramas y/o fotos para facilitar la
comunicación;

o Hablar de forma pausada, clara y objetiva.